La caldereria es una especialidad en el sector de la fabricación metálica que se dedica a la construcción de depósitos de almacenamiento y transporte de sólidos, líquidos y gas. Estos depósitos reciben el nombre de cisternas.
Se trata de un proceso de fabricación mecánica de estructuras de gran tamaño. Trabajamos con elementos de una sola pieza de grandes dimensiones. Se conoce por ello como calderería pesada. Las piezas que se trabajan suelen ser vigas o acero laminado al que se le da una forma para obtener depósitos de gran volumen o elementos de construcción.
Esta actividad requiere un equipo de profesionales cualificados, así como maquinaria pesada. Un ejemplo de este tipo de maquinaria serían las cizallas que se encargan de cortar la chapa que le da la forma al metal. Se trata de un proceso que nos ofrece múltiples funcionalidades y está vinculada a numerosas industrias, como la naval, la construcción o la ferroviaria, entre otras.
Como hemos visto, el uso principal de esta actividad es el diseño de grandes depósitos que empleamos en el almacenaje de gases a presión, líquidos o sólidos. Se pueden fabricar para usarlos en la propia empresa o para otros sectores. La maquinaria que utilizamos en esta industria nos permite realizar el curvado de las chapas a gusto del cliente, así como trabajar sobre productos ya acabados o semi acabados. Además, también nos permite realizar actividades de fabricación de piezas mecanizadas de todo tipo, hornos o incluso grandes planchas de cocina.
¿Qué procesos utiliza la calderería?
El corte de materiales que se realiza en una calderería y que es su principal función se puede realizar mediante la aplicación de dos técnicas. La decisión de decantarse por una u otra dependerá de lo que requiera el cliente. Una de estas técnicas es el corte con láser, que se emplea cuando se deben realizar cortes muy específicos.
Con esta técnica podemos conseguir figuras complejas que se ajustarán perfectamente al proceso de ensamblaje. La otra técnica utilizada es el corte de metales por agua. Se utiliza principalmente para cortar materiales como el acero, acero inoxidable, aluminio, latón, etc. Esta técnica nos ofrece numerosas ventajas, ya que nos permite realizar cortes muy rápidos, puesto que el ancho de incisión es mínimo.
Los materiales compuestos no nos suponen un problema y además generan muy poco residuo, lo que optimiza al máximo el rendimiento del material. Los cortes resultan ser exactos, no requieren de acabado manual y se realizan de una sola vez. Se trata de un proceso de corte en frío que separa la pieza utilizando un potente flujo de agua o un elemento abrasivo que hace que el material se erosione para obtener cortes de gran precisión.
El flujo de agua pura se usa para cortar materiales poco resistentes como pueden ser plásticos, juntas, pañales, papel y paneles de cemento. El chorro abrasivo se destina al corte de materiales muchos más resistentes como la piedra o el metal, el vidrio, etc.
En Félix Grúas y Maquinaria contamos con una amplia experiencia en todos los trabajos relacionados con estos servicios. Nuestra actividad consiste en la comercialización de equipos de transporte y tratamiento de agua, tanto potable como residual. Además, ofrecemos servicios de mantenimiento y alquiler de equipos de achique para sectores como la construcción y la minería, pero también el sector naval o ferroviario.
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